sábado, 13 de setembro de 2008

La simpatía de un oficio

Escucho con algo de frecuencia que las palabras cambian. Esta declaración procede del mismo ámbito y del mismo archivo que legitimó la certeza de que el sol gravita a la tierra. Nada más que por rigor de términos, cabe remembrar que el lenguaje carece de ánima, y que son los usuarios los que deciden la permanencia o la defunción de los componentes de un idioma. En su alba, toda palabra es un neologismo. Mientras 'domus' ha prevalecido indemne, se ha olvidado que 'pomada' deviene de manzana, pues de antiguo los mejunjes cremosos se preparaban con esa acicalada fruta. Pero existe el caso híbrido de vocablos que han emigrado a otras área sin desobeceder a su fundación. Esta solidaridad puede parecer incompatible. Un buen ejemplo la refuta: el altruismo de la antigua Grecia llamó 'pedagogo' al esclavo que conducía a los niños a sus lugares de estudio. Luego advino un tránsito conocido: la palabra rotuló al esclavo que aleccionaba y luego se asentó en el profesional de la educación.
Cuando informaba que sería profesor de castellano, mis interlocutores oscilaban del dialógico desprecio ("¿Pedagogía?, ¿vas a ser profesor?") al eufemismo lastimero ("¿profesor?, qué simpático"). Cierto día, ya en ejercicio, un apoderado me confesó que su hijo pretendía ser profesor y me rogó que lo disuadiera. En otra ocasión, un alumno me recomendó que ante las chicas revelara que ejercía la ingeniería o las leyes. La pedagogía, empero, goza de un día consagrado, como los santos, y no es incomún que se invierta en poesías, loas, artículos y lágrimas para celebrar su relevancia.
En Chile, existe un circuito de oficios de prestigio inferencial: medicina, leyes, ingeniería, no sé si periodismo. Quienes los anhelan han optado por no recordar que las materias que las componen deberán ser oficiadas por un profesor, que fue educado por profesores, que fueron educados por profesores, que fueron edificados por profesores . En Chile medra el desdén a la cultura y a sus bases. Son los quisieran erguir una instalación comenzando por el tercer piso.
El profesor actual no ha sido infiel a la cuna léxica que rotula su ministerio.