Como tantas otras cosas, Borges me enseñó que más o menos a inicios del siglo pasado se fraguó un movimiento literario de nombre bastante entre comillable: el estridentismo. Se trata de uno de los muchos consorcios artísticos que cuajaron bajo el catálogo de las vanguardias: futurismo, creacionismo, dadaísmo... La pesadez del sufijo no siempre coincidió con la pesasez de las obras. A propósito del mentor del estridentismo, Manuel Maples Arce, Borges cita uno de sus versos, que yo quisiera recuperar por su imagen y sus probabilidades de expansión: 'Y en todos los periódicos se ha suicidado un tísico'. Es la idea de que en cada uno de los ejemplares de un periódico vive la misma entidad, propalada definidamente. Si trocamos el ´tísico' por una figura más personal, daremos con una variación más patética y más bella: 'Y en todos los periódicos te has suicidado tú'. En una carta dirigida a Estela Canto, el propio Borges avizoró una de las posibilidades de esta imagen: 'No sé que le ocurre a Buenos Aires. No hace otra cosa que aludirte, infinitamente'. Mientras Maples Arce restringe la ubicuidad a los ejemplares de un periódico, Borges la expande a un circuito indefinible, como si fuera el dios de Spinoza.
No es retórica aquello de que los mejores descubrimientos operan por el acaso. Yo lo he constatado con el hallazgo de este verso instigador.
domingo, 27 de abril de 2008
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